Mientras que los “informes no financieros" se vuelven cada vez más sofisticados, un punto ciego queda: la cadena de suministro. La mayoría del impacto medio-ambiental muchas veces se encuentra más abajo en la cadena de suministro, donde datos sólidos y prácticas de información pueden ser desafiantes. ¿En qué temas pueden participar las marcas globales con sus proveedores para enfrentar este problema?
Mas del 90% de la lista de empresas Global 250 (la mitad superior de las “Fortune Global 500") están reportando sobre responsabilidad corporativa a varios grupos de partes interesadas, incluyendo a inversores, clientes B2B y reguladores, entre otros. Presentación de informes a través de iniciativas estandarizadas como GRI, CDP, y el Índice Dow Jones de Sostenibilidad se han convertido en
business as usual. Dentro de la sostenibilidad medio-ambiental, las áreas de divulgación se han expandido para cubrir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), así como la exposición corporativa a los riesgos del agua y los productos relacionados con la deforestación.
Las empresas están centrando su atención en mejores maneras de gestionar las cadenas de suministro de forma sostenible con vista a proteger las líneas de fondo y el futuro de la inversión del negocio. Algunos proveedores de software y ONGs que ya están soportando a empresas con sus propios informes están extendiendo su oferta a la cadena de suministro, permitiendo a empresas la recopilación de datos relevantes de sus proveedores directamente. Han surgido soluciones dedicadas a la cadena de suministro, que combinan autoevaluaciones con auditorías, cubriendo los aspectos ambientales y sociales de la sostenibilidad. Sin embargo, la mayoría del impacto ambiental muchas veces se encuentra más abajo en la cadena de suministro, con proveedores del nivel 3 ó 4: La cuenta de resultados (P&L) medio-ambiental de Puma por ejemplo muestra que el 57% del impacto esta en el nivel 4, en comparación con 6% que residen en sus propias operaciones y el 9% en el nivel 1.
En otras palabras, más de la mitad de los impactos medio-ambientales asociados con las cadenas de suministro pueden estar lejos del alcance y el control directo de los clientes finales. Para sumarse al desafío de enfrentar adecuadamente los impactos ambientales o sociales a lo largo de la cadena de suministro, los proveedores pueden aparecer menos capaces -o listos- de proporcionar los datos correctos, ya que los departamentos de sostenibilidad generalmente no están tan bien establecidos y financiados como los de las marcas grandes. Esto es especialmente preocupante cuando se mira el panorama: las emisiones de GEI están bajando o se estancan en los países occidentales debido al aumento de la externalización de la fabricación intensiva en emisiones a los niveles más bajos de la cadena de suministro. Geográficamente, estos proveedores de niveles inferiores están situados en mercados emergentes, donde los requisitos de presentación de informes y transparencia no siempre están aplicados vigorosamente.
Si el “impacto real" se encuentra verdaderamente al final de la cadena de suministro, ¿cómo pueden las marcas globales, especialmente los clientes finales, involucrar a sus proveedores de manera significativa?
Las empresas de bienes de consumo ya pueden comenzar a hacer sus cadenas de suministro más sostenibles, mientras que aprovechan las oportunidades de negocio que trae la gestión robusta del agua, los bosques y la energía. Los tres pasos clave para tomar incluyen la identificación acerca de recursos naturales, cambiar la producción a energías renovables, y compensar las emisiones inevitables.
Enfrentando estos temas en colaboración cercana con proveedores, las empresas inteligentes pueden reducir su impacto social y ambiental y posicionarse para un fuerte crecimiento.
Identificar riesgos alrededor de materias primas o recursos naturales a lo largo de la cadena de suministro, como agua o bosques, las empresas necesitan simplemente conocer las geo-coordenadas de su procesamiento de materias primas, independientemente de qué tan lejos en la cadena de suministro quedan.
Utilizando sistemas de información geográfica (SIG) sofisticados, herramientas como el “
BigChainTool" de South Pole Group, una empresa puede determinar si su abastecimiento y procesamiento de materia prima está contribuyendo a la deforestación en un lugar específico, o si hay problemas de agua que deberían ser monitoreados. Tomando el ejemplo de las materias primas y los productos básicos para las empresas de bienes de consumo, muchas organizaciones no están claras acerca de su impacto forestal debido a la falta de transparencia de las materias primas provenientes de los niveles inferiores de la cadena de suministro. Esto puede dejar a las marcas expuestas a campañas ambientales, sin mucha comunicación o respuesta en forma de política corporativa. Además, degradar los ecosistemas es una forma de producción ineficiente al largo plazo, y la gestión sostenible de los recursos naturales tiene más sentido para la continuidad del negocio.
Cuando una materia prima se ve afectada por la deforestación, se pueden tomar medidas en forma de formulación de políticas, implementación y monitoreo para asegurar la mitigación, permitiendo a la organización informar de manera efectiva a las partes interesadas que están comenzando a exigir más pruebas sobre acciones sustanciadas de sostenibilidad. Y por buenas razones:
la última puntuación corporativa de bosques por South Pole Group y CDP revela que sólo el 30% de las empresas que informan a CDP pueden rastrear los productos vinculados a la deforestación hasta el punto de origen. Hasta US $906 millones en facturación de empresas depende de materias primas que impulsan la mayoría de la deforestación tropical en todo el mundo. Estos dos factores juntos hacen que sea crucial para cualquier empresa de bienes de consumo con visión de futuro, tener una comprensión clara de cada producto que adquieran, a través de todas las ubicaciones de abastecimiento global.
En el camino a la excelencia, el compromiso con la deforestación puede ser el siguiente paso cuando se identifiquen las cuestiones relacionadas con las materias primas y los recursos naturales. Los compromisos con la deforestación cero ya se están convirtiendo en mejores prácticas, como lo demuestra el incremento de los compromisos del 30% interanual desde 2009 y la aceleración del 80% de 2013 a 2014.
Si políticas corporativas de “deforestación cero" ya están en su lugar con monitoreo correspondiente, la producción y la fabricación también deberían tener un impacto neto-cero sobre el medio ambiente. Cuando la mayoría de la fabricación y embalaje ocurre en la cadena de suministro, las marcas orientadas al consumidor pueden ayudar a sus proveedores a obtener energías renovables si les falta la capacidad interna.
Gracias a iniciativas como RE100 o los “Renewable Energy Buyers' Principles",
muchas empresas grandes tienen plazos específicos de tiempo para llegar a 100% energías renovables. De la misma forma en que los departamentos de RSC en empresas grandes son mas avanzados que los proveedores, así son sus equipos de abastecimiento. Compradores de energía colaboran con departamentos de RSC para asegurarse del compro de la cantidad y calidad correcta de energías renovables, desde las tarifas verdes hasta los Acuerdos Comerciales Para la Compra de Energía (PPAs) para las propias instalaciones mayores de producción, hasta Renewable Energy Certificates (RECs) para oficinas y puntos de venta con consumo bajo de electricidad sin opción de elegir la utilidad directamente.
Proveedores de fabricación tienen que seguir la corriente: los proveedores se pueden beneficiar altamente de las marcas grandes en abrir el camino y generar mas demanda para mas energía renovables mientras que el coste de los renovables continua a disminuir. Las empresas, por el otro lado, pueden trabajar en colaboración con sus proveedores de fabricación de muchas maneras distintas, desde compartir sus conocimientos en procurar energías renovables hasta ofrecer apoyo financiero para asegurar los PPA's en el sitio o cercanos al sitio.
Como la producción intensiva en GEI muchas veces ocurre en mercados emergentes, con regulación baja y potencialmente inestables condiciones económicas,
empresas grandes pueden abogar para energías renovables como forma rentable de volverse energéticamente independiente, y mostrar un compromiso mayor a proveedores que están persiguiendo sus propias estrategias de energías renovables.
A pesar de que muchas empresas grandes han compensado sus propias emisiones residuales, las emisiones de la cadena de suministro relacionadas con, por ejemplo, la logística o la adquisición de materias primas siguen sin atenderse.
De la misma manera en que puedan apoyar a los proveedores de manufactura con las energías renovables, compromisos con los proveedores de materias primas y otros pueden ser
demostrados mediante "insetting": se refiere al desarrollo de proyectos de reducción de carbono a lo largo de la cadena de suministro de una empresa. El enfoque está en cuantificar el impacto en todas las dimensiones relevantes más allá del carbono, incluyendo a comunidades locales, empleados y otros recursos naturales. Desarrollar resiliencia al cambio climático se convierte en una característica de la demostración de compromiso con los proveedores. Un proyecto típico de “insetting" cuantificará los efectos sobre el desempeño del negocio, la relación con los proveedores y las ganancias de eficiencia. Dependiendo de los requerimientos corporativos, los proyectos aplican la norma de monitoreo, reporte y verificación / auditoría más apropiada, incluyendo al Gold Standard, el Verified Carbon Standard, el Plan Vivo, el Protocolo de GHG, y los estándares de CCB, etc.
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Cada vez las empresas tienen más presión para sacar a la luz los impactos y riesgos a lo largo de toda su cadena de suministro - un área que se está convirtiendo en el foco principal de la acción relacionada con el cambio climático. Información no financiera crucial y de valor añadido ya puede ser recopilada de datos relevantes y transparencia, con disponibilidad creciente.
Sin embargo, el impacto duradero a lo largo de la cadena de suministro sólo puede producirse en colaboración entre grandes empresas y sus proveedores principales. El poder adquisitivo de las empresas grandes de consumo les da una influencia fundamental sobre las prácticas comerciales de sus proveedores. En última instancia, las empresas de consumo sólo pueden alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad si establecen altos estándares para el rendimiento de sus proveedores. El compromiso a largo plazo con los proveedores es, por lo tanto, "la próxima frontera" para las marcas grandes, y un paso crucial para mantener los niveles peligrosos de calentamiento global a raya.