Colombia ha trabajado en los últimos años en el diseño y la puesta en marcha de tres interesantes iniciativas para la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en los sectores productivos más contaminantes: un impuesto al carbono, la estructuración de un mercado de permisos de emisión nacional y la plataforma de un registro para la trazabilidad de todos los proyectos certificados en cuanto a su capacidad de reducir la contaminación.
Para South Pole, la creación y puesta en marcha de estos mecanismos y de la plataforma de registro en el país representan una estrategia de alto impacto ambiental, en línea con las principales economías del mundo que buscan medidas efectivas para la descontaminación del planeta. Además, con la creciente demanda de productos libres de contaminación, el sector privado nacional podrá certificar de manera transparente sus compromisos con el medio ambiente, lo cual se traducirá en mayores oportunidades de comercialización de sus productos en los mercados mundiales.
El Impuesto al Carbono, establecido en los artículos 221 y 222 de la Ley 1819 del 2016 (Reforma Tributaria), regula la forma en que las empresas pueden certificar su neutralidad en el carbono generado por el consumo de combustibles fósiles. El Decreto 926 del 1° de junio 2017, además de definir el pago de la tasa ambiental, también ofrece alternativas para la compensación de dichas emisiones a partir de la compra de créditos de carbono provenientes de proyectos colombianos.
Por otro lado, la plataforma de registro es concebida por el Gobierno Nacional en el Artículo 175 de la Ley 1753 de 2015, en el que se crea el Registro Nacional de Reducción de GEI (RENARE). Este permitirá el registro de diferentes iniciativas forestales y no forestales asociadas a la reducción de GEI en el país que tengan la posibilidad de aplicar a diferentes mecanismos, como la generación directa de créditos de carbono o el pago por resultados en los programas de deforestación evitada y conservación de bosques. Además, reglamentará el sistema de contabilidad de reducción y remoción de emisiones y el sistema de monitoreo, reporte y verificación de las acciones de mitigación a nivel nacional, definiendo al mismo tiempo los niveles de referencia para los proyectos de REDD+. El documento que reglamentará el RENARE se encuentra actualmente en proceso de revisión.
Finalmente, el Gobierno Nacional publicó el Proyecto de Ley 73 de 2017 del Senado, el cual hace referencia a los instrumentos económicos y financieros para la gestión del cambio climático y en el Artículo 26 define el Programa Nacional de Cupos Transables de Emisión de GEI (PNCTE). Este programa otorgará un cupo transable de emisión por cada tonelada de CO2 que sea reducida o removida y que esté debidamente verificada, certificada y registrada en el RENARE.
Colombia, a partir de estos mecanismos, está permitiendo que tanto las empresas privadas como las comunidades campesinas y los territorios colectivos, trabajen de la mano con el Gobierno Nacional para promover economías bajas en carbono y la generación de ingresos por la comercialización de servicios ambientales, como la captura de carbono.
En este momento, se empiezan a configurar las condiciones de oferta y demanda que dinamizan el mercado colombiano de créditos de carbono y lo preparan para una eventual implementación de un sistema nacional de transacción de reducción de emisiones basado en permisos de emisión. En este sentido, los créditos de carbono podrán configurar un mecanismo alternativo para la mitigación de la huella de carbono de los sectores productivos más contaminantes.
La puesta en marcha del mecanismo de mercado asociado a los cupos transables de emisión permitirá la consolidación del mercado colombiano de reducción de GEI y, como resultado, la dinamización de actividades tales como la restauración de ecosistemas, reforestación, disminución de la deforestación y conservación de los bosques, así como la implementación de nuevas tecnologías de reducción de la contaminación en los diferentes sectores, como el de transporte, energía y cambio en el uso del suelo.
Estos mecanismos representan una oportunidad única para el escenario ambiental nacional, al cual South Pole ha aportado desde su rol de desarrollador de proyectos de energías renovables, REDD+, restauración de ecosistemas, reforestación, transporte y eficiencia energética, entre otros. Desde South Pole, esperamos que estas iniciativas cumplan, con eficiencia y transparencia, la meta de descontaminar y promover cobeneficios comunitarios y de biodiversidad.
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