También están interesados cada vez más en comprender el riesgo que el cambiante entorno genera a las operaciones y la rentabilidad de una empresa. Se están diseñando estrategias tanto para reducir el impacto (mitigación) como para adaptarse a él (adaptación).
En este contexto, se están utilizando dos estructuras principales: la adopción de una estrategia net zero, que se ajusta a los criterios de la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), y la realización de evaluaciones de riesgos y oportunidades en el marco del Grupo de Trabajo para la Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD). La popularidad de ambos enfoques ha aumentado drásticamente: el número de empresas comprometidas con el net zero se ha duplicado cada año desde 2019, y el número total de empresas que se han comprometido y fijado objetivos ha aumentado en más del 500% entre 2019 y 2021.
Mientras tanto, el número de partidarios del TCFD ha aumentado un 72% de 2018 a 2021, y el 40% de los firmantes son instituciones financieras. En ello influyen, en parte, los requisitos de información obligatoria en naciones como Nueva Zelanda y el Reino Unido. El principal regulador financiero de Estados Unidos (la Comisión de Valores y Bolsa) también se ha movido para proponer cambios de reglas que requieren que las empresas incluyan ciertas revelaciones climáticas en sus declaraciones de registro e informes periódicos. Otra razón del aumento es que las empresas también se están dando cuenta de que el TCFD se alinea bien con la comprensión de los riesgos comerciales y financieros del cambio climático para las empresas de todos los sectores. Las empresas que buscan alinearse con las recomendaciones del TCFD también pueden mejorar sus informes climáticos bajo otras estructuras.
El impacto de las empresas en el clima, y a su vez, el impacto del cambio climático en las empresas, son dos caras de la misma moneda. Por lo tanto, las empresas deben tratar de abordar ambos aspectos, alinearse con el TCFD y perseguir un objetivo net zero basado en la ciencia, como parte de su estrategia climática, y asegurarse de que estos esfuerzos están sincronizados.
Hemos identificado tres puntos clave que deben tenerse en cuenta a la hora de dar los primeros pasos en su camino hacia el liderazgo climático.
El net zero y el marco de la TCFD se superponen en aspectos fundamentales:
Identificar las coincidencias entre el net zero y el TCFD puede agilizar la aplicación de ambos, al tiempo que se garantiza que las evaluaciones proporcionan una visión clara de los riesgos y oportunidades de la empresa.
Una estrategia net zero es la forma que tiene una empresa de mostrar su responsabilidad, y puede mejorar la percepción de los grupos de interés internos y externos sobre la acción climática de una empresa. Sin embargo, el establecimiento de un objetivo es sólo el comienzo de la obtención de una "licencia social" para operar en el mundo actual. Los grupos de interés buscan cada vez más acciones medibles y verificables. Los proyectos de reducción de emisiones pueden tener una justificación empresarial positiva, por ejemplo, la eficiencia energética, mientras que otros proyectos pueden tener un impacto negativo en los costos de la empresa, por ejemplo, los materiales y las materias primas alternativas. Al comprar compensaciones de carbono, por ejemplo, un director financiero ve inmediatamente el costo de las emisiones actuales de la empresa, lo que puede utilizarse para animar a los equipos a reducir las emisiones en toda la cadena de valor y para tener en cuenta las emisiones y, lo que es más importante, el aumento previsto del precio de los futuros créditos de carbono en sus decisiones de inversión a largo plazo.
Por otro lado, la TCFD se centra en el impacto de los costos de los riesgos y oportunidades climáticos en la empresa. El análisis de escenarios es un componente clave de la TCFD, que esencialmente intenta proyectar cómo evolucionarán los riesgos y oportunidades climáticos más importantes de una empresa bajo diferentes escenarios. Esto incluye los riesgos físicos (por ejemplo, el riesgo de inundación o las olas de calor) y los riesgos u oportunidades de transición (por ejemplo, la reducción o el aumento de la demanareada de productos y servicios). El TCFD recomienda que las empresas comprendan los impactos reales y potenciales de los riesgos y oportunidades climáticos materiales desde la perspectiva de un balance (activos y pasivos) y/o una cuenta de resultados (ingresos y gastos), lo que representa el "costo de la inacción". Las empresas pueden entonces utilizar esta información para fundamentar sus decisiones empresariales y reforzar la resiliencia de su cadena de valor.
Son necesarios cambios operativos profundos para integrar la acción climática en una empresa y protegerla de las acusaciones de "lavado verde". El equipo de sostenibilidad de una empresa no suele tener suficiente control para realizar estos cambios por sí solo. Cuando hablamos con nuestros clientes, los retos más comunes que escuchamos son la dificultad de recopilar datos en todos los departamentos, el conocimiento y la comprensión limitados de los temas climáticos, la falta de gobernanza sobre estos temas y obtener de la aceptación en toda la empresa. Cuando todo queda bajo una estrategia de net zero, impulsada por la alta dirección, estas cuestiones operativas tienen más posibilidades de resolverse.
Las empresas pueden utilizar un marco integral de acción climática, como el Camino hacia el liderazgo climático de South Pole, como hoja de ruta para su acción climática. Comprender su huella de GEI y los principales riesgos y oportunidades climáticas debería ser el primer paso: estas acciones informan sobre la presentación de informes de la TCFD y el desarrollo de una estrategia net zero. La comprensión de sus puntos críticos de emisión y de sus riesgos definirá la decisión de desarrollar más conocimientos.
1 Aunque la sostenibilidad es más amplia que el clima (por ejemplo, el agua, los residuos, la diversidad y los impactos sociales), el calentamiento global, causado por el aumento de las emisiones de carbono, está en el centro de muchas estrategias de sostenibilidad corporativa y puede informar de las acciones en otras áreas. Comprender la huella de carbono y los riesgos de su empresa, y establecer hojas de ruta y objetivos, son pasos importantes en cualquier camino corporativo hacia el net zero.
Los expertos climáticos de South Pole pueden ayudarte a entender los procesos que implica dar el primer paso en tu camino hacia el liderazgo climático.