Esta es la principal conclusión del informe de South Pole sobre net zero "The Push and Pull of Net Zero: Drivers of Climate Action". Casi la mitad de las organizaciones encuestadas (45%) se han fijado objetivos net zero, pero sólo el 13% tiene tanto un objetivo net zero como un objetivo basado en la ciencia (SBT). ¿Qué significa esto?
El estudio de South Pole muestra que sólo el 13% de las empresas encuestadas con objetivos net zero han establecido también objetivos basados en la ciencia para reducir sus emisiones.
Una forma de interpretar esto es que las empresas se están encaminadas a establecer objetivos net zero, pero posiblemente no entienden que también necesitan elaborar los pasos para llegar a estos alineados con la ciencia. Esta última parte es la decisiva: si no se fijan objetivos basados en la ciencia que muestren exactamente cómo año tras año se van a reducir las emisiones de la empresa, puede parecer que no se toma muy en serio el objetivo y se expone a acusaciones de "greenwashing".
Está claro que hay que hacer mucho más para mejorar la responsabilidad, la credibilidad y la ambición de la acción climática de las empresas.
Esto nos ha motivado a unirnos a la presentación del estándar corporativo net zero por parte de la iniciativa Science-Based Targets (SBTi), que ha proporcionado requisitos más claros sobre lo que debe hacer una empresa para lograr ser net zero. El lanzamiento llega en un momento crítico, en el que un número creciente de empresas están ansiosas por mostrar sus acreditaciones climáticas y comprometerse con objetivos climáticos audaces, además están ansiosas de más claridad sobre cómo trabajar para alcanzar estos objetivos.
La mayoría de las empresas no tenían forma de saber si sus objetivos de reducción de emisiones estaban basados en la ciencia. Es ahora con el nuevo estándar corporativo net zero que las empresas pueden entender desde seis dimensiones como se puede limitar el calentamiento global a 1,5 ºC para finales de siglo:
Uno de los elementos más importantes de la nueva norma es la estandarización de los objetivos corporativos net zero: crear definiciones compartidas y requisitos claros sobre lo que debe hacer una empresa para alcanzar el net zero. Ya no es posible ni confiable anunciar un compromiso net zero que sea ambiguo o esté autodefinido. Y lo que es más importante, la nueva norma establece claramente que las declaraciones de net zero sólo deben hacerse una vez que la empresa haya alcanzado su SBT a largo plazo, es decir, una vez que la empresa haya descarbonizado completamente sus operaciones y su cadena de valor, y haya eliminado sus emisiones residuales con créditos certificados de eliminación de carbono.
La ciencia nos dice que, en estos momentos, sólo tenemos un 50% de posibilidades de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC a finales de siglo . El nuevo estándar corporativo net zero incorpora esta urgencia de descarbonización profunda en sus orientaciones: aumenta la ambición exigiendo que las empresas establezcan SBTs a corto plazo, de 5 a 10 años, junto con los SBTs generales a largo plazo que se deben cumplir a más tardar en el 2050, ambos deben estar alineados con una trayectoria de 1,5°C. El SBTi define este estado net zero global como aquel en el que las emisiones se han reducido en una media del 90% en comparación con el año base, y cualquier emisión residual se neutraliza mediante créditos de eliminación de carbono certificados.
El nuevo estándar exige que las empresas tomen medidas dentro de sus propias operaciones y cadenas de valor. Sin embargo, dada la urgencia de la crisis climática, también anima a las empresas a invertir en reducir y evitar emisiones que ocurren más allá de sus cadenas de valor. Incluso con proyecciones optimistas, sigue existiendo una enorme brecha entre el punto al que nos dirigimos en 2030 y el punto en el que necesitamos estar para garantizar un planeta habitable. Por lo tanto, las empresas también deberían emprender una "mitigación más allá de la cadena de valor". Esto puede hacerse financiando proyectos y actividades que eviten y eliminen más emisiones fuera de sus operaciones.
Compensar las emisiones mediante la compra de créditos de carbono tiene tres ventajas claras: permite a una empresa tomar medidas climáticas de inmediato, canaliza los fondos necesarios a un proyecto que está reduciendo las emisiones en el día a día, normalmente en un país en desarrollo donde es difícil encontrar financiación, y también pone un precio a las emisiones de una empresa. ¿Cómo? Al comprar compensaciones de carbono, un director financiero ve inmediatamente el coste de las emisiones actuales de la empresa, lo que puede utilizarse para animar a los equipos a reducir las emisiones en toda la cadena de valor ,y lo que es más importante, el aumento previsto del precio de los futuros créditos de carbono en sus decisiones de inversión a largo plazo.
Las empresas con objetivos net zero deben establecer planes para reducir sus propias emisiones a largo plazo en todas sus emisiones directas e indirectas (scope 1, 2 y 3) en un promedio del 90%). Esto aumentará la responsabilidad de los objetivos corporativos al obligar a las empresas a establecer planes de acción climática sólidos y a corto plazo que entreguen objetivos basados en la ciencia, y al disponer de indicadores más transparentes y claros con los que medir los resultados de la reducción anual de emisiones.
El nuevo estándar net zero exige que las empresas hagan públicos sus objetivos, sus planes de reducción y el progreso real hacia el cumplimiento de los objetivos. Además, deben revelar por separado cómo están financiando las acciones de mitigación que más allá de su cadena de valor, comunicando claramente cómo esto contribuye a los esfuerzos de reducción global y no se cuenta para sus objetivos de reducción corporativos. Esta divulgación transparente es esencial para que las empresas se responsabilicen de los avances hacia sus objetivos net zero.
Por primera vez, existe un estándar independiente que valida, y pronto verificará, las estrategias y acciones de las empresas con respecto al net zero según las mejores prácticas. Se acabó la época en la que se autoproclamaban compromisos net zero una validación y verificación independiente y por parte de terceros.
El estándar corporativo net zero del SBTi no sólo aclara lo que implica un objetivo corporativo confiable net zero, sino que también aumenta la ambición de cómo debe ser un objetivo transformador net zero. Admitámoslo, sin una profunda descarbonización en los próximos diez años no podrán existir emisiones net zero. Tanto el estándar SBTi como la ciencia climática nos dicen que: !el momento de actuar es ahora!
1https://www.ipcc.ch/sr15/chapter/spm/ - C.1.3.
2SBTi will be providing further guidance for various sectors on how to best engage with scope 3. More information on that here:https://sciencebasedtargets.org/resources/files/Net-Zero-Standard.pdf
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