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¿Cómo debería intensificar la acción climática el sector privado?

¿Cómo debería intensificar la acción climática el sector privado?

Documento de posición preparado por South Pole

En medio del vacío creado por la inacción gubernamental frente al cambio climático, la urgencia del liderazgo y la acción del sector privado resulta imperativa para evitar que el calentamiento global sobrepase el objetivo climático de 1,5°C establecido en el Acuerdo de París.

El sector privado debe desempeñar un papel clave en la aceleración de la descarbonización global mediante el establecimiento de objetivos basados en la ciencia para reducir las emisiones dentro de sus operaciones y cadenas de valor, al tiempo que compensa sus emisiones residuales mediante la compra de bonos de carbono. Esta compensación es fundamental para catalizar la acción por el clima, ya que fija un precio al carbono, atrae fondos para proyectos elegibles y meritorios, permite a las empresas hacer algo (en lugar de nada) en su camino hacia el cero neto y, al mismo tiempo, desarrolla y apoya soluciones que reducirán drásticamente las emisiones actuales.

Tenemos que dejar de discutir acerca de si es mejor la reducción interna o la compensación de carbono. Si queremos tener alguna posibilidad de llegar al cero neto para 2050, no podremos asumir que será suficiente una u otra medida, sino que se requiere de ambas y un poco más.

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En medio del vacío creado por la inacción gubernamental frente al cambio climático, la urgencia del liderazgo y la acción del sector privado resulta imperativa para evitar que el calentamiento global sobrepase el objetivo climático de 1,5°C establecido en el Acuerdo de París.

El sector privado debe desempeñar un papel clave en la aceleración de la descarbonización global mediante el establecimiento de objetivos basados en la ciencia para reducir las emisiones dentro de sus operaciones y cadenas de valor, al tiempo que compensa sus emisiones residuales mediante la compra de bonos de carbono. Esta compensación es fundamental para catalizar la acción por el clima, ya que fija un precio al carbono, atrae fondos para proyectos elegibles y meritorios, permite a las empresas hacer algo (en lugar de nada) en su camino hacia el cero neto y, al mismo tiempo, desarrolla y apoya soluciones que reducirán drásticamente las emisiones actuales.

Tenemos que dejar de discutir acerca de si es mejor la reducción interna o la compensación de carbono. Si queremos tener alguna posibilidad de llegar al cero neto para 2050, no podremos asumir que será suficiente una u otra medida, sino que se requiere de ambas y un poco más.

Sin embargo, la acción del sector privado por el clima sigue siendo tímida. ¿Por qué? Existen tres razones.

1. El costo del carbono

El costo del carbono

En primer lugar, el costo de la emisión de gases de efecto invernadero o, en otras palabras, el precio del carbono fijado por los gobiernos, sigue siendo demasiado bajo. Situado alrededor de USD 5-10/tonelada, el precio del carbono no refleja con precisión el verdadero costo del daño generado por las emisiones de los contaminadores. Una tonelada de carbono debe tener un precio superior a USD 100 para dar cuenta de su costo real.

2. Tasa de retorno

Tasa de retorno

En segundo lugar, la otra cara de la moneda de un precio bajo para el carbono (el cual permite generar emisiones pagando una penalización baja) es que no proporciona suficientes incentivos para que las empresas reduzcan sus propias emisiones de manera significativa, ni impulsa el financiamiento de proyectos verdes porque la tasa de retorno es demasiado baja.

¿Por qué ocurre esto? Si los bonos de carbono generados por estos proyectos no se pueden vender a más de USD 10/bono, los inversionistas no tienen gran interés en financiar estos proyectos.

3. El camino es incierto

El camino es incierto

En tercer lugar, las empresas privadas no ven un camino claro para la acción. En los medios de comunicación, el uso de bonos de carbono para compensar sus emisiones es criticado por actores que afirman que es un "greenwashing" (marketing verde engañoso). Estos insisten en que el único camino fiable para las empresas es evitar por completo todas las emisiones a lo largo de sus operaciones y cadenas de valor.

Sin embargo, en la actualidad no contamos con tecnologías disponibles a precios asequibles que permitan a todas las empresas alcanzar cero emisiones dentro de sus propias operaciones y cadenas de valor. Y los críticos no ofrecen una solución alternativa para las empresas, sino que insisten en la descarbonización total inmediata. ¿Significaría esto detener las operaciones para no emitir en lo absoluto?

¿Es la compensación de carbono “greenwashing" o marketing verde engañoso?

No, siempre y cuando las empresas establezcan objetivos basados en la ciencia y hojas de ruta para descarbonizar sus operaciones y cadenas de valor, y utilicen bonos de carbono para compensar las emisiones residuales en su camino hacia el cero neto.

El uso de los mercados voluntarios de carbono para canalizar el financiamiento a proyectos alrededor del mundo que reducen las emisiones de GEI y emiten certificados siguiendo los estándares de carbono de la más alta calidad, garantiza el impulso a la acción por el clima de forma más rápida. Los bonos de carbono son una forma eficiente, rentable y transparente de catalizar la descarbonización global. Al mismo tiempo, se trata de una de las muchas herramientas climáticas: es una estrategia eficaz y una solución sólida que permite a las empresas actuar hoy, mientras se desarrollan tecnologías más respetuosas con el clima para ayudarlas a descarbonizar.

Preguntas frecuentes

¿Qué debería hacer el sector privado?

El sector privado debe desempeñar un papel clave en la aceleración de la descarbonización global mediante el establecimiento de objetivos basados en la ciencia para reducir las emisiones dentro de sus operaciones y cadenas de valor, así como compensar sus emisiones residuales mediante la compra de bonos de carbono. Las empresas que establecen una hoja de ruta clara para lograr el cero neto demuestran la voluntad de reducir sus propias emisiones de forma gradual.

Debido a que en la actualidad no contamos con tecnologías disponibles a precios asequibles que permitan a todas las empresas reducir a cero las emisiones dentro de sus propias operaciones y cadenas de valor, es justo permitir a estas la compensación del efecto de sus emisiones residuales mediante la compra de bonos de carbono.

La compensación de las emisiones residuales es crucial debido a que:

  • Fija un precio real a las emisiones de las empresas, proporcionando así un incentivo rentable para que estas reduzcan sus propias emisiones a largo plazo en lugar de comprar bonos de carbono para lograr el cero neto.
  • Atrae financiación para proyectos elegibles y meritorios cuyas reducciones de emisiones no tendrían lugar de otro modo, debido a la falta de apoyo económico, de transferencia de tecnología y conocimientos técnicos.
  • Permite a las empresas hacer algo (en lugar de nada) en su camino hacia el cero neto.
  • Desarrolla y apoya soluciones (financieras y técnicas) que reducirán drásticamente las emisiones en la actualidad.

¿Es la prevención, reducción o compensación la mejor herramienta para combatir el cambio climático?

No podemos darnos el lujo de impulsar solo una de estas soluciones, considerando el poco tiempo que tenemos. Para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, todos debemos poner manos a la obra, por lo cual las empresas deben evitar y reducir sus emisiones tanto como les sea posible haciendo uso de las tecnologías y soluciones que existen en la actualidad.

Sin embargo, en este momento no contamos con tecnologías disponibles a precios asequibles que permitan a todas las empresas reducir a cero las emisiones dentro de sus propias operaciones y cadenas de valor. Y los críticos no ofrecen una solución alternativa para las empresas, sino que insisten en la descarbonización total inmediata. De este modo, si una empresa no puede evitar o reducir sus emisiones ahora, ¿sugerirían los críticos que la misma debe dejar de operar? Esta no es una solución razonable para las empresas.

Tenemos que dejar de discutir acerca de si es mejor la reducción interna o la compensación de carbono. El uso de los mercados voluntarios de carbono para canalizar el financiamiento a proyectos alrededor del mundo que reducen las emisiones de GEI y emiten certificados siguiendo los estándares de carbono de la más alta calidad, garantiza el impulso de la acción por el clima de forma más rápida. Los bonos de carbono son una forma eficiente, rentable y transparente de catalizar la descarbonización global.

Si queremos tener alguna posibilidad de llegar al cero neto para 2050, no podremos asumir que será suficiente una u otra medida, sino que se requiere de ambas y un poco más.

¿Por qué continúa siendo tímido el sector privado en la acción por el clima?

En primer lugar, el costo de la emisión de gases de efecto invernadero o, en otras palabras, el precio del carbono fijado por los gobiernos, sigue siendo demasiado bajo. Situado alrededor de USD 5-10/tonelada, el precio del carbono no refleja con precisión el verdadero costo del daño generado por las emisiones de los contaminadores. Una tonelada de carbono debe tener un precio superior a USD 100 dólares para dar cuenta de su costo real.

El hecho de que las empresas adopten un mayor precio interno para el carbono significaría poner en marcha una serie de acciones adicionales de gran importancia:

  • Las empresas que establezcan metas de cero neto se darán cuenta de que el costo de las emisiones de GEI provenientes de sus operaciones es sustancial.
  • Esto desencadenaría un esfuerzo por reducir las emisiones de las empresas, tanto para alcanzar sus metas de sostenibilidad como para disminuir los costos operativos. Al mismo tiempo, permitiría que estas puedan prepararse para los posibles costos de cumplimiento en el futuro, en caso de que se introduzcan regulaciones al carbono más estrictas.
  • Cuanto más alto sea el precio del bono de carbono, mayor será el incentivo de las empresas para reducir sus propias emisiones, en lugar de pagar el costo para compensar sus emisiones residuales. Las empresas que se toman en serio el logro del cero neto deberían pagar un precio justo por los bonos de carbono para impulsar los esfuerzos de descarbonización dentro y fuera de sus cadenas de valor.

En segundo lugar, la otra cara de la moneda de un precio bajo para el carbono (el cual permite generar emisiones pagando una penalización baja) es que no proporciona suficientes incentivos para que las empresas reduzcan sus propias emisiones de manera significativa, ni impulsa el financiamiento de proyectos verdes porque la tasa de retorno es demasiado baja. ¿Por qué ocurre esto? Si los bonos de carbono generados por estos proyectos no se pueden vender a más de USD 10/bono, los inversionistas no tienen gran interés en financiar estos proyectos.

En tercer lugar, las empresas privadas no ven un camino claro para la acción. En los medios de comunicación, el uso de bonos de carbono para compensar sus emisiones es criticado por actores que afirman que es “greenwashing" (marketing verde engañoso). Estos insisten en que no se les debería permitir utilizar bonos de carbono para “expiar sus pecados".

Sin embargo, en la actualidad no contamos con tecnologías disponibles a precios asequibles que permitan a todas las empresas reducir a cero las emisiones dentro de sus propias operaciones y cadenas de valor. Y los críticos no ofrecen una solución alternativa para las empresas, sino que insisten en la descarbonización total inmediata. ¿Significaría esto detener las operaciones para no emitir en lo absoluto? Esta no es una acción que las empresas puedan permitirse.

¿Es la compensación de carbono “greenwashing" o marketing verde engañoso?

No, siempre y cuando las empresas establezcan objetivos basados en la ciencia y hojas de ruta para descarbonizar sus operaciones y cadenas de valor, y utilicen bonos de carbono para compensar las emisiones residuales en su camino hacia el cero neto.

El uso de los mercados voluntarios de carbono para canalizar el financiamiento a proyectos alrededor del mundo que reducen las emisiones de GEI y emiten certificados siguiendo los estándares de carbono de la más alta calidad, garantiza el impulso a la acción por el clima de forma más rápida. Los bonos de carbono son una forma eficiente, rentable y transparente de catalizar la descarbonización global. Al mismo tiempo, se trata de una de las muchas herramientas climáticas: es una estrategia eficaz y una solución sólida que permite a las empresas actuar hoy, mientras se desarrollan tecnologías más respetuosas con el clima para ayudarlas a descarbonizar.

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Descargue el informe de South Pole "¿Cómo debería el sector privado intensificar la acción climática?" para descubrir cómo el sector privado puede y debe jugar un papel clave en la aceleración de los esfuerzos de descarbonización en el mundo.

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