Protección dos ecosistemas reconocidos mundialmente por su excepcional biodiversidad.
El proyecto se encuentra en un corredor entre dos ecorregiones de gran importancia mundial: las laderas orientales de los Andes tropicales y la Gran Área Silvestre del Amazonas, en las zonas bajas de los Andes amazónicos. Aquí, los principales generadores de la deforestación son el despeje de tierras para pastos, los cultivos industriales, las plantaciones ilícitas de coca y la minería. Estas actividades se han convertido en habituales debido a la falta de oportunidades económicas alternativas en la región y están ejerciendo una creciente presión sobre la tierra y la fauna local.
como la producción de quinua y miel, para familias de escasos recursos económicos.
para aumentar la productividad y reducir el costo de los alimentos para las familias locales.
incluidos 5 puestos de trabajo a tiempo completo*.
mitigadas en promedio al año
protegidas de la deforestación, incluyendo zonas en las Yungas peruanas y el hábitat de más de 200 especies.
Situado en la provincia de Mariscal Cáceres, en el centro-norte de Perú, el proyecto abarca más de 53.000 hectáreas. El área protegida forma parte de un vasto corredor de vida silvestre, el Corredor Abiseo-Cóndor-Kutukú, que se extiende desde el Parque Nacional Sangay en Ecuador hasta el Parque Nacional Cordillera Azul en Perú. El proyecto pretende reducir las emisiones asociadas a la deforestación y la degradación de la tierra, trabajando con la comunidad local para poner en marcha iniciativas sostenibles, como la producción de miel y quinua orgánicas, la gestión eficaz de la tierra, la educación ambiental y el fortalecimiento de la gobernanza local. Otro objetivo central del proyecto es mantener el equilibrio hídrico de la cuenca alta del río Huayabamba, que abastece de agua a las familias que viven río abajo.
Al incentivar a las familias locales a cultivar quinua, un grano andino antiguo de gran nutrición, se pretende ofrecer una alternativa a la ganadería, que está degradando los ecosistemas altoandinos.
Carlos Correa, Productor de Quinoa y técnico en el proyecto de Alto Huayabamba, Productor de Quinoa y técnico en el proyecto de Alto Huayabamba
El proyecto reduce los gases de efecto invernadero en la atmósfera evitando la deforestación y conservando los ecosistemas naturales para impulsar el secuestro de carbono. Al proteger la zona del Alto Huayabamba, el proyecto protege muchas especies animales endémicas y amenazadas, como el mono choro de cola amarilla que se encuentra en peligro crítico, pero también favorece los servicios que prestan los ecosistemas fuertes y sanos, en este caso, la filtración de agua dulce del río Huayabamba. Trabajando mano a mano con la comunidad local, también hay una serie de iniciativas sociales y económicas que benefician a las familias que viven en la zona. Hasta ahora se han formado dos asociaciones productivas: una de quinua y otra de miel. Asimismo, múltiples miembros de la comunidad han participado en diferentes actividades de educación ambiental y 24 familias han renovado sus cocinas, reduciendo su exposición al humo nocivo. Además, el proyecto ha ofrecido una serie de nuevos puestos de trabajo a la población local.
Con el proyecto disminuimos la presión sobre los bosques montanos, hábitat de la fauna endémica y amenazada, como el el mono choro de cola amarilla o el mono araña. También evitamos que quemas en pastizales de alta montaña o la caza de especies como el venados y el osos de anteojos.
Marco Gutierrez, Jefe de la Concesión para Conservación Alto Huayabamba (CCAH), Jefe de la Concesión para Conservación Alto Huayabamba (CCAH)
Inicio de las actividades de reducción de emisiones de GEI con la firma del convenio de financiación del proyecto de producción sostenible de miel en las yungas de la CCAH.
Como parte del programa Conexión Jaguar de ISA, South Pole trabajó con expertos en la materia, Panthera y ATTA, para desarrollar este proyecto de protección del ecosistema bajo las normas VCS y CCBS, lo que permite que el proyecto reciba financiación de los créditos de carbono que genera. El proyecto crea un enorme corredor de vida silvestre desde el Parque Nacional Sangay en Ecuador hasta el Parque Nacional Cordillera Azul en Perú.
El oso de anteojos, la única especie de oso de Sudamérica, se encuentra amenazado sobre todo por la pérdida de su hábitat. Por ello, nos encanta que las cámaras trampa hayan conseguido captar a este oso comiendo su planta favorita, la deliciosa achupalla, que crece en el lugar donde solía estar una carretera, lo que lo convierte en el lugar perfecto para avistar a un oso hambriento.
Se han proporcionado materiales y apoyo para la construcción a 45 familias que viven en la concesión para mejorar sus cocinas.
Con estas nuevas cocinas eficientes, las familias limitan su exposición a humo nocivo que genera problemas respiratorios y oculares, además necesitan utilizar menos leña. Es bueno para la salud y para el bosque.